martes, 26 de julio de 2011

¡Aprendiendo a decidir por y para usted!

Hoy voy a dar inicio a este artículo con una pregunta muy puntual para usted: ¿Alguna vez ha sentido que debería o podría estar realizando una actividad diferente a la que desempeña día a día, para estar más feliz o simplemente para lograr sus sueños? En un artículo anterior hablé de la congruencia como la sincronía entre lo que he programado, hablado y actuado, y lo que siempre he querido tener, hacer y ser en la vida. Cuando alguna de las anteriores se encuentra apuntando en una dirección diferente a la de mi objetivo real, estoy siendo incongruente.

La incongruencia es un estado de división interior, de indiferencia y pasividad. “Quiero, pero...” Es como si dos personas halaran de nosotros en dos direcciones. Diferentes partes internas luchan por sobrevivir y cada una tiene su intención positiva. Esto produce un bajo rendimiento en el trabajo, en las relaciones personales y como resultado tenemos efectos nocivos. No hay energía ni dirección para lograr el objetivo.

¿Cómo se manifiesta la incongruencia? Cuando experimento una sensación de duda o miedo respecto a lo que hago y pienso. Ésta es una lucha interna que no termina porque las diferentes partes están en constante conflicto, generando autosabotaje, inconsistencias, justificaciones inútiles y autoengaño.

Por lo general, las personas toman decisiones clave en sus vidas dudando de si el resultado que van a obtener al final es el esperado; y al abrir la posibilidad de que aquel resultado no se dé por alguna razón, el inconsciente hará todo lo posible para que esa segunda opción se cumpla.

Cuando usted vaya a tomar una decisión y no tenga señales claras de certeza, sino de angustia y duda, le sugiero haga lo siguiente: Asuma una tercera posición haciendo el papel de una persona que es experta en el tema sobre el cual usted está decidiendo.

Hágale buenas preguntas a ese ‘experto’, de tal manera que las respuestas que logre estén encaminadas a encontrar la alineación directa con el resultado deseado. Algunos ejemplos de ellas son: ¿Está seguro de lo que quiere?, ¿Cómo se siente tomando esa decisión?, ¿Cuáles son las ganancias que obtendrá al tomar tal decisión?, ¿Cuáles son sus señales de certeza en este momento?, ¿Existe miedo o duda?

Todas estas preguntas que estoy sugiriendo son simplemente para que usted las tenga en cuenta en el momento de asumir una tercera posición. Una vez calibre las respuestas que usted le da a ese ‘experto’, se dará cuenta de cuál es su estado actual frente a la decisión que debe tomar.

Si al finalizar la ronda de preguntas se da cuenta de que existe duda o miedo, reevalúe las otras posibilidades que tiene para lograr el resultado deseado con otra opción diferente. Ponga a su ‘vocecita interior’ o ‘loca de la casa’ a ayudarle a resolver esas preguntas, diferente a acentuar el miedo.

Para librarse de la incongruencia es importante averiguar cuáles son sus prioridades, sus valores, principios y creencias; y a su vez, aclarar sus intenciones verdaderas: ¿dejar de fumar o sólo bajarle? ¿Seguir con el mismo trabajo aburrido para tener un ingreso o buscar algo que le entusiasme y pueda desarrollarse congruentemente? ¿Seguir como está, aunque le cause angustia, ansiedad, enojo, agresividad y los problemas de salud correspondientes o aprender a trabajar con calma, a resolver las situaciones que se van presentando para lograr un equilibrio con todos sus recursos positivos?

La congruencia es un estado fantástico en el que no hay conflicto entre los diversos deseos u oportunidades, no hay que tomar decisiones, ni considerar diferentes alternativas, ni otra cosa que hacer. 

Recuerde que lo más importante es sentirse bien con usted mismo. Si considera que no está en equilibrio, deténgase y analice su situación. Después de analizarlo, tome acción y busque ser congruente con sus principios, sus pensamientos y sus acciones. Verá lo fácil que es sentirse bien y lograr mejores resultados en cualquier cosa que intente.

Ricardo Gómez.

*Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a ricardo@evolvo.info y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.

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