viernes, 29 de abril de 2011

“Esto funciona a pesar de usted mismo”

Los hombres creen gustosamente aquello que se acomoda a sus deseos”.
Julio César, militar romano.

Las creencias limitantes son todos aquellos pensamientos y opiniones muy fuertes que tenemos acerca de algo, las cuales no nos permiten fluir eficazmente hacia la consecución de los resultados. Éstas influyen poderosamente en las personas, de tal forma, que logran opacar el recorrido hacia el resultado eXtra-ordinario.

Hay unos que creen en Dios, algunos en el demonio, otros en el dinero y por otro lado, la gente que cree que puede lograr lo que se propone y la que no.  Muchas veces las creencias son el resultado de la experiencia vivida u observada en otros. En algunas ocasiones heredadas de nuestros padres y nuestros antepasados.

Los mitos pueden llegar a ser creencias limitantes o creencias empoderadoras.  Éstas últimas son creencias en función de un resultado, una situación o alguien, que nos permiten definitivamente lograr el resultado A PESAR DE TODO.

En Evolvo usamos frecuentemente la frase “en lo que uno crea, es lo que crea”, muy similar a una que usó Henry Ford, el legendario fundador de la compañía de automóviles que lleva su apellido. Los invito a leer esta historia y a pensar cuáles son aquellas creencias que limitan el logro de mis resultados para reemplazarlas en un 100% por aquellas que me permiten ver y lograr todo lo que me propongo.

Hace un tiempo, un amigo me recomendó a alguien para que le hiciera un proceso de coaching. Según él, veía a esta persona muy desubicada y desanimada. Estaba aburrida a pesar de su edad y sus logros tanto personales como profesionales. Accedí y me puse en contacto.

Me encontré con ella y me contó que acababa de salir de un cargo gerencial muy importante en una multinacional y fue sacada durante la restructuración de la misma. Sin embargo, gracias a ese cambio, se dio cuenta que quería dedicarle mayor tiempo a su vida en familia.

Fue así como nos pusimos en la tarea de buscar opciones para que pasara lo que ella quería que pasara. Aspiraba tener un cargo en donde se ganara exactamente lo mismo que se estaba ganando meses atrás. Quería trabajar medio tiempo en algo que le encantara, sin tener que cumplir horarios y además, desde su casa. Se había dado cuenta que era muy buen profesional pero no hacía lo que le gustaba. No estaba trabajando con la pasión con la que ella quisiera trabajar.

Después de esa primera charla me dijo: ¡Quiero que me expliques muy bien de qué se trata eso de la Programación Neurolingüística, porque soy muy dada a querer entender todo lo que pasa a mí alrededor! Esa era su creencia limitante, creer que si no entiende, el proceso no funciona. Era el tipo de persona que se la pasa queriendo entender todo, orientada a siempre tener la razón y no encaminada al resultado.

Definimos un proceso de seis u ocho sesiones. Recuerdo que a partir de la segunda sesión le empezó a ir mejor. Escuchó cuatro o cinco ofertas de trabajo. En algunas podía trabajar medio tiempo aunque el salario no era el mismo que ella quería ganarse. Trabajamos directamente con su inconsciente y dejamos unas órdenes imbricadas, de tal manera que fuera su inconsciente el que empezara a buscar opciones.

En un proceso de coaching, los coachees quieren sesiones muy seguido. A veces eso no es muy recomendable mientras que el coachee ejecuta los ejercicios que el coach le pone. Es bien importante, que salga a hacer los ejercicios compulsivamente para alienar y tener programado su inconsciente en función de los resultados eXtra-ordinarios que quiere.

Dos semanas después de la cuarta sesión me llamó y me dijo: “Requiero hablar contigo urgentemente. Hay algo muy extraño que me está pasando y quiero una sesión de coaching”.

Debido al tono de voz que percibí, nos pusimos cita ese mismo día en la hora de almuerzo. Yo llegué primero y de pronto la vi llegar corriendo, muy agitada y sin saludar me dijo: “Ricardo quiero que me expliques una cosa. ¿Cómo es posible que después de solo cuatro sesiones y sin yo entender que está pasando me esté yendo tan bien? Estoy logrando todo lo que nos propusimos. ¡Por favor explícame porque tengo que entender! Mi respuesta fue clara: “No ha nada que entender. ¡Esto funciona a pesar de ti misma!”. Su inconsciente había quedado tan bien alineado, de tal manera que él fue el que se encargó de lograr el resultado eXtra-ordinario.

Logró lo que se propuso porque definió muy bien sus qué, sus para qué y fue muy flexible en el cómo. Ser flexible en eso implica hacer los ajustes que sean necesarios para que el inconsciente logre el resultado. Hay que aprender a dejar de querer tener la razón para confiar 100% en querer lograr el resultado.

Cero entender porque no hay nada que entender, como alguna vez le oí a un grupo argentino que se llama Les Luthiers “El que piensa pierde” y eso claramente funciona y con qué contundencia en el último episodio de este artículo.

¡Los invito a que dejen de pesar tanto y actúen en función de lograr los resultados!

Ricardo Gómez.


*Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a ricardo@evolvo.info y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.

viernes, 15 de abril de 2011

“El secreto está en la generación de valor”

Cuando yo me retiré de ser ingeniero de sistemas para dedicarme a la música, me di cuenta de una cosa fundamental: uno debe seguir su corazón y sus sensaciones en función de lo que realmente le gusta hacer. Así como lo comentó Steve Jobs, presidente de Apple, en su discurso en la Universidad de Stanford en 2005, uno debía hacerle caso al corazón en el momento que éste daba la señal. Intuitivamente e instintivamente, era la mejor opción.
Hace 10 años cuando era ingeniero escuché mi corazón y decidí definitivamente dedicarme a la música, especialmente a las actividades que podrían generar ingresos a esta industria. Grabé mi primer disco en un entorno desconocido para mí, sin ser músico profesional y tuve resultados eXtraordinarios. Haber logrado un resultado en ventas equivalentes a un disco de oro, me llevó a pensar que estaba en el lugar correcto.
Luego de lograr mi meta me di cuenta que podría generarles valor a otros. ¿De qué manera? Contándole a la gente cómo fue que logré ese resultado: un disco de oro en Colombia llamado “Santa Clara”, con composiciones propias de música andina colombiana. Me di a la tarea de armar un programa académico dónde pudiera enseñarle eso a otros.  Lo que pasaba por mi mente era algo bien interesante: yo sabía que podía vivir de eso, sin embargo, la intención era tan desinteresada en el dinero, que me di a la tarea de poderlo compartir gratuitamente con la gente que trabajó conmigo. ¡Me gustó generar ese valor!
Cuando empecé a dictar mis seminarios y a armar diplomados de gestión de proyectos musicales, cada vez que yo aparecía en escena se incrementaban mis ingresos. Me estaba dando cuenta que yo le estaba afectando positivamente la vida a otros contándoles mi experiencia, una experiencia exitosa que ellos podían fácilmente moldear. Pasaron los años y conocí la Programación Neurolingüística. Comencé a estudiarla porque quería entender la razón por la cual yo todavía en otras áreas de mi vida no lograba resultados eXtraordinarios.


Lo primero que encontré en el proceso, fue darme cuenta que generar valor compulsivamente a otros, me iba a generar valor. Definitivamente podía incrementar mis ingresos, teniendo el foco claro en lo que yo quería y el universo se encargaba de  proveerme el resto. Es igual que una frase de la Biblia: “Busca primero el Reino de Dios y todo lo demás se te dará por añadidura”. ¿Ese Reino de Dios implica qué? Esa felicidad que estoy buscando, esa que encuentro en mi mismo, esa que hallo al producir valor a otros. Esa es una frase que cala en todas y cada una de las religiones. “Conócete a ti mismo” es una frase muy popular. “Encuentra el elemento”, diría Ken Robinson, experto en desarrollo de la creatividad.


Nunca te hace falta nada si te dedicas a agregar compulsivamente valor a otros, agregándote exponencialmente valor a ti. El disfrute, la diversión y el amor por lo que uno hace deben estar inmensos en un cien por ciento.

¿A dónde voy yo con todo este cuento?, cuando terminé de estudiar la Programación Neurolingüística, me di cuenta que eso mismo que yo hice anteriormente, podía hacerlo en cualquier persona en el mundo, sin importar la actividad que esa persona desempeñara. Me di cuenta que un coach puede ayudarle a mucha gente a lograr resultados eXtraordinarios y quise tomar el coaching como forma de vida. 


Fui docente universitario, fui facilitador de procesos. Hoy en día me quiero llamar coach y he afectado positivamente la vida de muchos. ¿Cuántos?, más de 1000 personas, incluyendo a mis alumnos, la gente que he ayudado a lograr resultados eXtraordinarios y los clientes que he estado atendiendo desde que soy coach.

Generar valor para mí es la clave


Ser coach me ha permitido vivir la vida de una manera diferente y tener otras ópticas de cómo puedo yo ayudar a la gente a lograr resultados eXtraordinarios:
He visto como alumnos que han tenido dificultad para hablar en público, logran hacerlo fluidamente. 

Una amiga que tiene problemas de tartamudez logró a través de un proceso de coaching con PNL disminuir bastante su creencia limitante de que ella no podía hablar fluidamente. 

He notado como personas logran incrementar sus ingresos eXtraordinariamente a través del coaching. Personas logran cambiar su raíz en la vida para tener resultados muy diferentes a los que han conseguido. ¡Gente que se ha vuelto compulsivamente generadora de valor!

Ricardo Gómez.


*Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a ricardo@evolvo.info y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.