lunes, 12 de diciembre de 2011

La magia de vivir apasionadamente

“Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez

que sólo le falta abrir la boca para caer en ella”.





Los seres humanos desarrollamos nuestra cotidianidad en medio de cuatro diferentes zonas o estados emocionales, que determinan nuestro correcto proceder y la consecución de nuestros más altos objetivos. Éstas tienen que ver con las emociones débiles, fuertes, negativas y positivas.

La primera zona de la que quiero hablar es la zona de Resignación, esa que habitamos cuando nos sentimos frustrados por no lograr lo que quisimos y en la cual tendemos a conformarnos con lo que hay. Vivimos comparándonos con otros en función de querer más y siempre estaremos camuflando el dolor en emociones débiles y negativas.

Por otro lado está la zona de Confort, de la cual ya hemos hablado en artículos anteriores, y que se entiende con un estado en el cual, aunque los resultados que se obtienen no son los mejores, se está contento con ellos, sin buscar mejorarlos por físico miedo.

Una de las zonas más peligrosas y menos apetecidas es la de la Agresión, en la cual se disparan emociones fuertes y negativas, como la ira y el miedo. Jamás tome decisiones si se encuentra inmerso en alguna de estas dos, sobretodo en la ira. Manténgase siempre lejos de esta zona que lo empujará a querer tener la razón al costo que sea; mi sugerencia es que administre bien esa sensación y aguarde a estar de nuevo en un estado de total tranquilidad para actuar y obtener lo que desea.

Para regocijo de todos, existe una zona en la cual las emociones fuertes y positivas se encuentran; es aquella que es llamada la zona de Pasión, estado en el que usted vive con entusiasmo, excitación y compromiso, quiere y busca que todo salga bien, da el 100% de usted mismo todo el tiempo, le gusta lo que hace, es una zona en la cual todo el mundo lo admira y usted admira a todo el mundo, en la cual se abandona el cansancio frustrante por el agotamiento satisfactorio del deber cumplido y del saber que se dio el todo por el todo.

El gran periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano dijo alguna vez en una entrevista: “Buda decía que la pasión es la fuente del dolor, y que para suprimir el dolor hay que suprimir la pasión, pero a mí no me interesa ser una piedra perdida en el espacio. Yo creo que de eso se trata, del orgullo de la pasión: que venga la pasión con toda su carga, es el precio de estar vivo. Vivir a veces puede doler y bueno, al que no le guste que se mate, pero digo vivir para vivir de verdad implica vivir apasionadamente”.

Mark Albion, prestigiado catedrático de la Universidad de Harvard realizó un estudio entrevistando a 1,500 profesionales que terminaron el Máster in Business Administration, de los 1,500 entrevistados, solo el 17% (255 profesionales) expresaron que habían decidido seleccionar y realizar el trabajo que más placer les brindaba y para lo cual eran realmente talentosos, sin hacer hincapié en el salario. Veinte años después, de esos 1,500 profesionales sólo 101 se habían hecho millonarios, de los cuales solo 1 había elegido su trabajo en función del salario que le pagaban.

No sólo es importante desempeñar un papel excelente como emprendedor y estar atento a las necesidades del mercado, sino que es vital tener como prioridad su propia felicidad.

Una persona feliz tiene completamente alineados sus talentos naturales con el tipo de trabajo que desempeña, no se dedica a otra cosa que no sea comercializar su hobby y divertirse, sabe manejar su energía y poder innato natural, atrae la atención, cariño, confianza de las personas y tiene mayor poder de hacer relaciones comerciales exitosas, tiene clara su misión en la vida, sus objetivos y sus estrategias para alcanzar el éxito, está consciente de sus obstáculos y sabe cómo usarlos a su favor, contribuye exitosamente al bienestar de su familia, amigos y clientes a través de su propia felicidad y alcanza el reconocimiento y éxito empresarial.

Lo invito entonces a que sea esta la zona donde usted permanezca siempre. Busque aquello que más le apasiona  y deje atrás emociones tan perjudiciales como la ira y el miedo; verá cómo sus metas se hacen más tangibles y su realización como persona, todo un hecho.

Ricardo Gómez.

*Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a ricardogomezgarzon@gmail.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que logre lo que quiere.

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Un problema? ¡Muchas vías de solución!

“Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan,

sino por el número de veces que tienen éxito”.

Thomas Alva Edison

Aunque parezca increíble, el inventor más prolífico de la historia, creador de aparatos como la bombilla, el fonógrafo y el proyector de películas, sólo pudo ir a la escuela durante tres meses. Natural de Milan (Ohio), el joven Thomas Alva Edison tuvo que ponerse a vender periódicos a la edad de 12 años para contribuir a la precaria economía familiar. No obstante, inquieto como era, dedicó su tiempo libre a experimentar con aparatos mecánicos y eléctricos.

Becado con un curso de telegrafía por haber salvado la vida al hijo de un jefe de estación, desarrolló en 1863 su primer invento, un equipo telegráfico simplificado, mientras trabajaba de telegrafista en el ferrocarril. Perdió su empleo por incendiar un vagón durante un experimento, pero no se rindió y con el dinero que ganó vendiendo aparatos telegráficos, montó su propio laboratorio. En 1869 patentó el registrador eléctrico de votos, así como un indicador de variaciones bursátiles. A estos ingenios le siguieron el fonógrafo, precursor del tocadiscos, y la lámpara incandescente

En 1881 crea en Nueva York la primera central de luz y energía del mundo, con redes subterráneas para llevar corriente eléctrica. ¿Cómo lo hizo? Buscando opciones continuamente.

Recuerdo que cuando era niño, mi hermano Juan Carlos llegaba a casa con lágrimas en los ojos porque su profesor de matemáticas no le había aceptado la resolución de un problema, de acuerdo con una metodología que él había encontrado, diferente a la que había enseñado su maestro. Su calificación fue ‘cero’, y al lado de ésta, había una nota que decía: “Este no es el procedimiento”.

Cuando estábamos en primaria, los profesores nos enseñaban ciertos pasos a seguir para alcanzar cierto resultado; sin embargo comenzaron a quedarse cortos, porque en el momento de resolver los problemas, se valoraba mucho más el camino recorrido que el resultado en sí. ¿Qué significa esto? Que esta forma de enseñanza lleva a que la gente se acostumbre a que la única opción en la vida es la que otros le han enseñado, descartando así nuevas invenciones.

Si usted es una persona encaminada a alcanzar resultados extraordinarios, debe estar dispuesta a encontrar cada vez más y más opciones para dar solución a diferentes situaciones o para lograr lo que quiere. Mi sugerencia en este caso es, primero, no crea lo primero que le digan acerca de la consecución de un reto; y segundo, tampoco crea que los expertos son los únicos poseedores del saber.

Seguramente ha encontrado o encontrará situaciones que las resuelve usted a su manera, tal vez motivado y apoyado en ese conocimiento que alguna vez adquirió. Sin embargo, así usted no tenga ni idea de nada, se va a dar cuenta de que puede generar soluciones de manera extraordinaria.

Acostúmbrese entonces a ver sus situaciones en función de lograr los resultados esperados, siempre con más de un camino por recorrer para llegar a la meta. Empréndalos y deje que la experiencia sea aquella que le muestre cuál es el mejor de todos ellos.

Ricardo Gómez.

*Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a ricardo@evolvo.info y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.