viernes, 17 de junio de 2011

Pregúntese para qué en lugar de por qué

¿Recuerda cómo de niño miraba asombrado el mundo y quería saber todo acerca de éste? Le encantaba preguntarse el porqué de las cosas, tal como hace cientos de años lo hicieron los filósofos y hasta formulaba preguntas embarazosas que hacían sonrojar a sus padres.

Linda Elder, psicóloga educacional y Richard Paul, líder principal en el movimiento internacional del pensamiento crítico, autores del libro “El arte de formular preguntas esenciales” consideran que cuando tomamos control de nuestro pensamiento lo hacemos mediante las preguntas. Ellas definen tareas, expresan problemas, delimitan asuntos e impulsan el pensar hacia adelante.

Comúnmente cuando las personas no logran un resultado deseado siempre se preguntan ¿por qué? en lugar de ¿para qué? Lo que pocos saben es que preguntarse por qué obliga a su inconsciente a buscar información en el pasado para poder actuar hacia el futuro. Es decir, hay una falsa creencia de que si encuentra por qué sucedieron las cosas, muy seguramente lo va a evitar a largo plazo. Sin embargo, casi nunca es así.

Cuando usted formula ese tipo de pregunta es muy probable que surjan las excusas: enemigas de éxito y de los resultados. Las excusas sitúan la culpabilidad fuera de la persona misma, son motivos o pretextos que se invocan para eludir una obligación o disculpar una omisión.

No se nos educa para que aprendamos a preguntar, es más, nunca nos enseñaron a preguntar para qué. Cuando se es niño, los por qué funcionan muy bien para aprender cómo funciona el mundo. Para Ken Robinson, experto en creatividad, los niños toman riesgos porque no tienen miedo a equivocarse, tienen esa ingenuidad plena que los lleva a preguntar sólo para aprender, jamás para entender una situación, emitir un juicio o sacar una conclusión.

Por lo contrario, cuando somos adultos nos preguntamos por qué para encontrar culpas, causas, causantes o a quien señalar en función de escudar en una tercera persona lo que no pudimos lograr.

La pregunta para qué le dará un mensaje contundente a su inconsciente para que piense hacia futuro y encuentre cuál es el paso hacia adelante. Muy diferente a la pregunta por qué, que busca explicar la razón de una situación que se presentó.

Lo invito a que a partir de ahora reemplace todos sus porqué por esta pregunta empoderadora: ¿para qué?, la cual lo llevará a ver las intenciones que hay detrás de la acción que ejecuta y las ganancias que puede obtener. Recuerde que es muy importante que usted le dé una respuesta a sus para qué, la cual vendrá acompañada de sensaciones de seguridad y confianza que le ayudarán a lograr resultados extraordinarios.

Ricardo Gómez.

*Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a
ricardo@evolvo.info cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere. 

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