martes, 6 de septiembre de 2011

¿Es mejor ‘malo conocido’?

Como seres humanos tendemos a adquirir rutinas: más o menos nos levantamos a la misma hora, desayunamos lo mismo, vamos al trabajo por el mismo camino, hablamos con la misma gente... Nuestra vida tiene un esqueleto básico sobre el que hay, a veces, cambios menores. Con esa disposición nos sentimos cómodos, y si nos cambian o cambiamos algo abruptamente, sentimos que se descuadran un poco los esquemas.

Muchas veces he mencionado a lo largo de mis artículos las famosas ‘zonas de confort’, también denominadas como zonas conocidas. Éstas son aquellas donde el inconsciente ya sabe qué es lo que va a pasar y prefiere quedarse allí, antes de enfrentar algo desconocido.

Son el conjunto de creencias y acciones a las que estamos acostumbrados, y que nos resultan cómodas. Aquello que está dentro de ellas lo podemos hacer muchas veces sin mayor problema y no nos produce una reacción emocional especial; en cambio, lo que está fuera nos incomoda, nos produce un cierto rechazo, nos provoca ansiedad o nerviosismo.

Es importante que usted sepa que su inconsciente siempre buscará estar en zonas de certeza que le generen siempre el mismo resultado. Este tipo de estados no son bienvenidos ni deben estar permitidos, pues cada vez que usted entra en uno de ellos, se arraiga aún más a esa realidad que seguramente no le está gustando ni le está generando ningún valor.

Hay personas que se especializan en ‘pasarla mal’ con sus ingresos porque se acostumbraron a que la forma a través de la cual los logran, les llevan a otro tipo de ganancias secundarias (como el poder dormir más en las mañanas, el esforzarse menos, el trabajar cerca de la casa, en fin).

Las zonas de confort son muy fáciles de adquirir y, sobretodo, de ampliar. Es más, usted puede estar ahí sentado, leyendo este artículo, pensando en actuar de manera diferente, pero las malas costumbres suyas y de su inconscientes no lo permiten.

Salir de estos ‘agujeros negros’ es muy importante para crecer como personas. Mientras que la mayoría de la gente se estanca porque no les gusta cambiar sus rutinas, aquellos que de verdad persiguen sus sueños y están dispuestos a conseguirlos saben que para lograrlo tienen que romper con sus hábitos, enfrentarse a sus temores y hacer cosas que jamás pensaron que se atreverían a hacer.

Permanecer en zona de confort es señal de conformismo, ignorancia, miedo, falta de confianza, de nuevas aspiraciones y de ambiciones. Una vez que llegue a su zona de comodidad puede tomar un leve descanso, pero tenga en cuenta que ese es apenas un escalón y que después de ese existen muchos más.

Para crecer hay que tener aspiraciones y ambiciones, sin importar su tipo: se puede aspirar a tener dinero, a viajar, aspiraciones artísticas, de pertenencia a grupos sociales, aspiraciones religiosas, amorosas, etc. Lo importante es recordar que nada en este universo es estático, y si usted no se esfuerza por cambiar, entonces va en sentido contrario.

Yo lo invito entonces a que declare que este tipo de estados no son una opción para usted. No es mejor malo conocido que bueno por conocer; asuma la responsabilidad sobre sus resultados y encamine cada una de sus acciones hacia el éxito total.

Ricardo Gómez.

*Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a ricardo@evolvo.info y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que logre lo que quiere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario