miércoles, 25 de mayo de 2011

¿De dónde vienen las creencias limitantes?

Una de las creencias limitantes más comunes que tenemos los latinoamericanos es creer que debemos trabajar mucho y muy duro para poder ganar dinero. Es por eso que muchos deciden irse a trabajar al exterior. Tienen 2 ó 3 trabajos y exigen que su remuneración sea por horas, pues creen firmemente que eso les hará incrementar considerablemente sus ingresos.

Frecuentemente escuchamos frases como “no soy demasiado bueno para esto”, “si no ha sucedido aún, entonces nunca sucederá”, “el dinero corrompe”, “la gente rica es corrupta” o “no estoy destinado a ser exitoso”. Este tipo de creencias, pensamientos y opiniones muy fuertes que tenemos acerca de algo no nos permiten fluir eficazmente hacia la consecución de los resultados. En Programación Neurolingüística se conocen como creencias limitantes.

Las creencias limitantes tienen su origen en la programación verbal y además son el resultado de la experiencia vivida u observada en otros. La mayoría han sido adquiridas durante nuestro proceso de crecimiento, las heredamos de nuestros padres y las transferimos de generación en generación.

Sin embargo, lo que se comenta en sociedad también influye poderosamente en las personas, de tal forma, que logra opacar los resultados deseados. Nos hemos convencido de que esas creencias son la verdad absoluta y nuestro inconsciente las arraiga profundamente, de tal manera, que se convierten en creencias limitantes.

Cuando renunció a creer que lo que le pasó a otros me puede pasar a mí, inmediatamente mi inconsciente cancela esa opción y me permite estar atento al resultado que quiero.

Recuerde que las creencias limitantes fácilmente se pueden tumbar de la misma manera como fueron creadas. ¿Cómo? La respuesta son las creencias empoderadoras. Éstas últimas son creencias en función de un resultado, una situación o alguien, que nos permiten definitivamente lograr el resultado a pesar de todo, incluso de lo que piense la sociedad o nosotros mismos.

Hoy lo invito a que escriba en una hoja todas las creencias limitantes que lo frenan para lograr un proyecto y al frente señale la creencia que es totalmente opuesta, es decir, la empoderadora. Tómese unos minutos y pregúntese; ¿Qué pasaría si cambiara estas creencias que le impiden lograr lo extraordinario? Luego juegue con esas creencias limitantes hasta dejarlas sin argumentos, de tal forma que no tengan más opción que ceder y aceptar como cierto lo que usted ha planteado.

Ricardo Gómez.

*Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a ricardo@evolvo.info y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.

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