domingo, 27 de noviembre de 2011

Cambie su historia, más allá de su merecimiento


“En resumidas cuentas, en este mundo, cada cual consigue lo que se merece. Pero sólo quienes alcanzan el éxito lo reconocen”.

Georges Simenon


Todas las personas quieren tener más: quiere tener más ingresos, quiere tener un mejor trabajo, quiere tener una mejor relación con su familia, una mejor relación personal con su cónyuge, o si no está casado pues una mejor relación personal con su pareja y si no tiene pareja quiere tener una relación, quieren tener una mejor relación espiritual, mejor salud, mejor condición física, todo eso.

Yo no conozco a nadie que me haya dicho: “Quiero tener menos ingresos”; o a alguna persona que me haya dicho: “Quiero tener 20 kilos de sobrepeso”; o a alguien que me diga: “Me quiero llevar mal con mi familia” o “No quiero tener amigos”.

En días pasados estuve conversando con un amigo y una amiga mía, y me dí cuenta que ella, específicamente, contaba sus historias de no resultados o de resultados indeseados teniendo como frase principal “eso no es lo que yo me merezco”.

Y esto sucede con su familia, con su pareja, con su trabajo y hasta con el lugar donde vive. Hoy quiero decirle a usted que el merecimiento no es más que la consecuencia inmediata y positiva de las acciones que emprende para lograr lo que quiere, es el resultado final de ese esfuerzo que usted hace por lograr lo que quiere.

Cuando usted sienta que está en un apartamento o una casa que no se merece,  piense en qué acciones concretas ha tomado para vivir donde siempre ha deseado. En ocasiones he escuchado a varias personas decir que no tienen el trabajo que se merecen  y que ellas están diseñadas para ser y hacer más; sin embargo el ciclo nunca se cierra y pueden pasar años y años de ocupar el mismo puesto.

No culpe a su jefe por su posición actual ni piense que hay un complot en contra suya, simplemente revise a conciencia si su desempeño es realmente extraordinario. Observe a su alrededor y fíjese en quienes ocupan una mejor posición y han logrado lo que se merecen… ¿Qué le ha faltado a usted?

Una de las mejores maneras de buscar las herramientas es buscar a alguien que ya tiene o que ya ha obtenido el resultado que usted espera. ¿Sabe cuál es la manera más fácil de llegar del punto A al punto B? Buscar a alguien que ya haya caminado por ese tramo, que ya haya hecho esa travesía, que ya haya obtenido ese resultado.

¿Por qué? Porque esta persona ya tiene la experiencia. Ya tiene el resultado que usted quiere obtener y merecer, y además esta persona ya se dio cuenta cuáles son las cosas que no funcionan, por ejemplo, para ir del punto A al punto B ya sabe que no hay que desviarse en este camino, que no hay que tomar ese desvío, que no hay que tomar esta ruta equivocada.

Si usted va de paseo y de un momento a otro una llanta trasera de su carro se pincha, jamás trate de reinventarla. ¿Por qué? Porque ya alguien hizo la llanta por usted, entonces simplemente busque a esa persona, modele a esa persona. El poder de los mentores es muy grande.

¿Qué quiere usted? ¿Lo merece? ¿En cuánto tiempo lo obtendrá? ¿10 años? ¿15 años? o ¿Nunca?... ¿Qué tal si alguien le puede mostrar el camino correcto?

Recuerde que si no se hace nada, nada acontece. Si bien salir a buscar es una actitud que implica cierta valentía, es la acción más recompensada de todas.

Lo invito a que muestre resultados extraordinarios frecuente y compulsivamente, minuto a minuto, en su aquí y ahora, y seguramente obtendrá lo que siempre ha deseado.

Ricardo Gómez.

*Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a ricardo@evolvo.info y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.


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